Cada vez oímos hablar más sobre el calzado minimalista o barefoot, una opción que promueve caminar de forma natural y que trata de interferir lo mínimo en los movimientos innatos del pie. Incluso la reina Leticia se ha sumado a esta tendencia. Pero, ¿en qué consiste realmente este tipo de calzado, y qué debemos considerar antes de adoptarlo.
¿Qué es el calzado minimalista?
El calzado minimalista se caracteriza por sus cualidades únicas que buscan respetar la anatomía y la función natural del pie:
- Totalmente plano (sin drop): No presenta diferencia de altura entre el talón y la parte delantera, promoviendo una postura más natural.
- Suela fina y flexible: Generalmente se puede enrollar, lo que permite mayor contacto y sensibilidad con el terreno.
- Sin amortiguación: Se elimina el soporte artificial, estimulando que la musculatura del pie trabaje de forma activa.
- Forma anatómica: La puntera es amplia, con el borde prácticamente recto, lo que evita la compresión de los dedos y respeta su alineación natural.
Beneficios del calzado minimalista
Optar por el calzado minimalista puede ofrecer múltiples ventajas para la salud, especialmente al favorecer un movimiento más natural y estimular la musculatura del pie:
- Prevención de deformidades en los dedos: Al no comprimir los dedos, disminuye el riesgo de juanetes, dedos superpuestos o uñas encarnadas.
- Fortalecimiento de la musculatura del pie: La falta de amortiguación y la suela fina obligan a que la musculatura intrínseca del pie trabaje activamente, reduciendo el riesgo de fascitis plantar.
- Mejora de la propiocepción: Sentir el terreno de forma más directa puede mejorar el equilibrio y la percepción corporal
- Mejor circulación: Al no tener drop, el gemelo trabaja más intensamente, contribuyendo a un mejor bombeo de sangre en las piernas.
Precauciones al usar calzado minimalista
La mayoría de nosotros hemos crecido usando calzado convencional, el cual tiene drop, un cierto grosor de suela con o sin amortiguación y no tiene una forma anatómica. Eso ha favorecido que, en edad adulta, muchos presentemos retracción de la musculatura posterior de la pierna (gemelo y sóleo), una musculatura intrínseca del pie algo más débil o, incluso, deformidades digitales. Llevar una suela plana y sin amortiguación no sólo va a resultar incómoda, sino que puede favorecer la aparición de patologías musculares como las tendinitis o fascitis.
Si estamos en tercera edad, adicionalmente a lo anterior, podemos haber perdido grasa plantar, por lo que andar sin amortiguación nos va a parecer incómodo y, si sufrimos dolores lumbares no tener drop va a incrementarlos.
Por lo tanto, la transición sin adaptación adecuada podría generar:
Dolor en las piernas o pies: Las piernas y los pies pueden sentirse cansados o doloridos debido al esfuerzo adicional.
- Aparición de tendinitis o fascitis: La musculatura y los tendones pueden estar más propensos a sobrecargarse.
- Incomodidad lumbar: En personas mayores o con problemas de grasa plantar reducida, el impacto sin amortiguación puede intensificar molestias.
¿Cómo realizar una transición adecuada al calzado minimalista?
Para adaptarse sin problemas al calzado minimalista, es importante seguir algunos pasos:
- Ejercicios de fortalecimiento: Dedica tiempo a ejercicios que fortalezcan la musculatura intrínseca del pie y el gemelo.
- Estiramientos de gemelos y sóleo: Mantener estos músculos flexibles ayudará a prevenir tensiones
- Introducción gradual: Comienza utilizando este calzado en períodos cortos y aumenta el tiempo progresivamente.
El calzado minimalista en los más pequeños
Para los niños, el calzado minimalista es ideal si no hay patología, ya que fomenta un desarrollo natural y saludable del pie desde la infancia. Acostumbrarse a caminar sin restricciones fortalece su musculatura y ayuda a prevenir futuras deformidades.
¿Tienes curiosidad sobre el calzado minimalista o te gustaría probarlo? ¡En nuestra clínica te asesoraremos para que tomes la mejor decisión y te adaptes de forma segura!